miércoles, 28 de noviembre de 2007

Can Ravell

“Snob”, es la definición que le daría a este restaurante. La entrada es por la tienda (mantequería Ravell), y después de pasar por la cocina y subir una larga y estrecha escalera de caracol se llega al restaurante. Las mesas son comunes, lo que significa que debes cenar codo con codo con el resto de clientes quedando privado de tu intimidad a la vez que enterándote de las conversaciones de los demás. Son mesas de mármol blancas sin mantel y sin servilleta de tela, únicamente te dan una buena servilleta de papel.
El camarero se puso a recitar la carta y le pedí si tenía una carta escrita, me dijo que no, y que no le importaba repetir los platos que nos proponía. De esta manera es muy difícil de decidir no sólo porque cuando el camarero ha terminado de recitar la carta ya no te acuerdas del principio sino porque, además, no sabes el precio. Ningún plato de los propuestos me pareció especial, eran más bien materias primas sencillas, como la chuleta blanca de ternera, los pies de cerdo, el conejo..., como pescado únicamente tenían lubina o lenguado rebozado. En algunos platos había cangrejo real, caviar o foie pero era el único punto de sofisticación. De todas maneras, no puedo recordar la carta. Nos decidimos por un plato de pasta con gambas (2 gambas), que a mi parecer estaba demasiado picante a la vez que la cabeza de una de las gambas estaba muy fría congelada?). De segundo tomamos la lubina, una al horno y otra a la plancha. Nuestra sorpresa fue que no pudimos comerlas, el pescado estaba duro y malo. Es más, casi me quedó la duda que fuera bacalao, jaja.
El estilo y la clase del local quedó evidenciada al quedar invitados por no haber sido satisfechos, por ello del precio no os puedo orientar ya que no hay carta y en mi caso no tuve cuenta.
Parking Solves gratuito en Aragón 325, o Girona, 100.
Por las noches únicamente abren jueves y viernes.

Guía rápida

- Local “Snob” y poco intimo.
- Sin carta escrita de comida.
- Sin mantel, sin servilleta de tela, mesa de mármol.
- Lo mejor: La amabilidad de los camareros y la carta de vinos.
- Lo peor: No poder saber los precios, en mi caso la comida fue un fracaso.


Can Ravell
Aragó, 313 08009Barcelona
T. 934 575 114
http://www.ravell.com/

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola también pasé por Can Ravell y la frialdad de la mesa de mármol no se vió "calentada" por los platos: ni su contenido ni su calidad se corresponden con lo que esperas del lugar, ni mucho menos con el elevado precio de lo que acaba siendo una sucesión de "degustaciones" rodeadas de salas picantes que, a modo de "sabor quitasabores", ocultan al paladar las sensaciones que deben treaerle laas dicateseen que el establecimiento publicita.

latiquismiquis dijo...

De acuerdo contigo! Creo que alolí comí los huevos fritos más caros del mundo!

Anónimo dijo...

Yo estube tres veces y me resulta realmente raro las opiniones que estoy leyendo aqui. No lo se, y a lo mejor se equivocaron cuando fui yo y lo hicieron realmente muy bien, los precios no son bajos, se sabe desde el momento de entrar( no parece un lugar barato)Por todo lo demas el encanto del lugar es ese, desde siempre,a perdido un poco en los ultimos años, ahora es mas barato porque antes daban unas cuentas increiblemente elevadas