sábado, 8 de marzo de 2008

Café de la princesa

En un palacete remodelado y con música jazz en directo, parece una buena opción para salir a cenar, pero no hay que olvidar que también hay que comer y realmente comimos mal. La carta es muy poco atrayente y los precios caros. Otro de los problemas del restaurante es dónde dejar el coche, los parking más cercanos suelen estar completos y aparcar en la calle resulta imposible. Un restaurante dirigido a los turistas que buscan un sitio bonito, un sitio un poco diferente en el que puedas comer a la luz de las velas con un poco de música de piano y saxo, (aunque el bullicio del local no deja que la música se escuche mucho). Si no se indica lo contrario en la factura incluyen 1 € para la fundacion Vicky Sherpa Eduqual, dedicada a la escolarización de los niños de las castas más desprotegidas del Nepal, no obstante en la carta se indica el donativo por omisión pero no se informa del objetivo de la fundación.


Podeis encontrar la carta con sus precios en la web http://www.cafeprincesa.com/




A modo de resumen, los primeros platos son 12 € y lo segundos 18 €



Guía rápida

- Palacete en el Borne.
- Por la noche música en directo.

- Escasa carta de vinos.
- Lo mejor: cenar a la luz de las velas.
- Lo peor: la relación calidad/precio.
- Difícil dejar el coche.
- Precio 2 personas: 90 €


Café de la princesa
Sabateret, 1-3 08003 Barcelona
T. 932-681-518

4 comentarios:

ignacio dijo...

Coincido contigo, no vale la pena, estuve una vez y no he vuelto

carlos dijo...

Que diferencia, entre lo que unos ven y otros se pierden.

A mí me invitó un chica que jamás hubiera pensado que estaba tras de mi.

Nos atendieron como si yo fuera el un principe y ella Sisí.

La distancia entre las mesas nos permitió establecer una conversación cercana, a la luz de unas velas aromáticas.

La música nos envolvió, cuando me decidí a hablarle de que me gustaba.

Compartimos una ensalda con mango.

Y ella se deleitó en llevar su tenedor a mi boca con un atún crujiente.

Si quereis entrar en el arco de cupido, probar sus flechas, en el restaurante de La Princesa.

El paseo de 3 minutos hasta el parking del Borne, le permitió rodear mi cintura y darme un soplo con su mirada, antes de que yo besara sus labios.

¡Chapeau, Princesa!

Eva dijo...

Carlos, me ha gustado tu historia. Creo que la chica debe ser muy guapa y todo te pareció bien, pero si pruebas este restaurante solo me darás la razón.

carlos dijo...

Hola Eva.

Volví sólo. Bueno con el feo de mi amigo Alan.

Ella decidió que yo no era su hombre, despues de... recitarle una suerte de caricias a las cuatro y media de la mañana.

Ya ves. Y sin embargo me siguió embrujando el sitio.

Fue una noche,que entre plato y fuente, un magnifico grupo de música clásica nos ofreció un concierto.

No recuerdo la entrada.

Despues de los acordes de cuerda que temblaban en mis tímpanos. Me sirvieron una deliciosa carne.

Mi amigo el feo-Alan- se marchó, antes de perder la zapatilla a las doce de la noche, en busca de su Romeo.

Y en la soledad deleité una exquisita copa Princesa como postre.

Puede ser, que me falte cenar contigo y convencerte de lo que a tu mirada se le escapa.

Carlos